La primera impresión… ¿es la que cuenta?

Frase corta o en forma de tip
Cualquier elemento tangible e intangible influye de manera dramática en la evaluación subjetiva que hacemos de una propuesta. Aprovechémoslos al máximo para diferenciarnos y crear experiencias memorables. Descripción

Nada más cruzar el acceso habilitado de forma excepcional a través del parking nos encontramos con un primer punto de bienvenida y desinfección.

Sobre una mesa (nombre sueco de la mesa) en color haya dos botes de gel hidroalcóholico y un marco (nombre del marco) con un cartel corporativo en su interior que nos invita a desinfectarnos las manos.  

Una escena perfecta en la que los productos de Ikea se mimetizan dentro de la experiencia que como clientes estamos a punto de comenzar. Y aquí la empresa sueca es la reina…

Sin duda un gran ejemplo de la importancia que cualquier elemento tangible e intangible puede ocasionar sobre la percepción subjetiva que construimos en nuestra mente sobre dichos productos, experiencia y marca en general.

Más aún en un momento crítico en el que como clientes sentimos cierta inseguridad por la situación en la que esta visita se va a realizar.

Lástima que en este caso el efecto haya sido el contrario al buscado encontrándonos la mesa xxx y el marco xxx destrozados por un gel burdamente anclado con dos abrazaderas digamos “poco estéticas”.

Y a partir de ahí como clientes nos surgen las dudas…
¿No se supone que a los muebles les hacen pruebas de uso? ¿Así de buenos son? ¿Y si así están los muebles y los geles cómo estará el resto?

Afortunadamente nada que ver con lo que nos encontramos en otros puntos de la tienda con mobiliario específico para la tarea de desinfección. 

¿Por qué no incluirlos también en la entrada? ¿Y por qué no aprovechar la ocasión para convertir un momento poco satisfactorio en algo único y diferencial?